El secuestro de carbono en el suelo es un proceso natural que involucra la remoción del carbono de la atmósfera a través de la fotosíntesis de las plantas. Este carbono se almacena como formas de materia orgánica estables y de larga vida en el suelo. Esta técnica es esencial en la lucha contra el cambio climático, ya que ayuda a reducir la cantidad de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, uno de los principales gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global.
El dióxido de carbono es un gas incoloro e inodoro compuesto por un átomo de carbono y dos de oxígeno. Se encuentra en todas partes en el aire y es una parte natural del ciclo del carbono en la Tierra. Aunque el CO2 se encuentra naturalmente en el aire en concentraciones bajas, las actividades humanas han elevado su contenido en la atmósfera en un 50% en menos de 200 años, contribuyendo significativamente al cambio climático. El equilibrio natural del ciclo del carbono ha sido alterado por las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles, lo que ha llevado a aumentos sin precedentes de las concentraciones de CO2 en la atmósfera.
En Microendo, reducimos el cambio climático a través de nuestros productos ya que están hechos de microorganismos que tienen la capacidad de secuestrar el CO2 en el suelo, evitando que estos gases permanezcan en la atmósfera y contribuyan al calentamiento global.
Los bonos de carbono son un mecanismo internacional para reducir las emisiones de CO2 que contribuyen al calentamiento global. Este sistema ofrece incentivos económicos para que las empresas y gobiernos contribuyan a la mejora de la calidad medioambiental. A través de los bonos de carbono, tanto empresas como individuos pueden compensar sus emisiones de GEI (gases de efecto invernadero), reduciendo su huella de carbono.
En Microendo, estamos iniciando los trámites de certificación de bonos de carbono para poder ofrecerlos a nuestros clientes.